Prácticas
del Lenguaje 6to año B.
E.P
Nro 72 Alte Brown.
Como habrán visto en el fragmento de la obra de teatro
que leímos el anteriormente, los diálogos de los personajes utilizan un recurso
que ya analizamos en el cuaderno anterior: la rima.
En ese fragmento observamos ese recurso de la poesía, que
consiste en la repetición de los sonidos finales de las palabras. Pero este
recurso no aparece únicamente en los poemas que leemos en los libros, dado que
es muy popular. Es decir, que también aparece en publicidades, en los cantitos
de la cancha, en los pregones de los vendedores ambulantes, en los trabalenguas
y las adivinanzas, en los juegos infantiles.
La rima se usa
para darles musicalidad a los textos, como en el caso de las obras de teatro
que escribe Adela Basch, la autora de ¡Que sea la Odisea!, en la que ya desde
el título aparece la rima. A continuación, transcribimos un fragmento de la
misma obra. Les pedimos que busquen en él las rimas y que las marquen.
¡Atención! A diferencia de los poemas, en este texto las rimas no aparecen solo
al final, sino que están también en el centro de las oraciones. Les marcamos
las primeras para darles una pista:
CIRCE: (Los invita a sentarse en cómodos asientos y les
ofrece exquisitas bebidas y alimentos) Sírvanse, para mí es un honor tenerlos
conmigo. Me gustaría que fuéramos amigos.
MUCHACHO 1: (Se
sirve a manos llenas) Um, ¡qué delicioso manjar! ¡Es un regalo para el paladar!
MUCHACHO 2: (Bebe de un trago varias copas.) ¡Esto es
vida! ¡Una mujer hermosa y abundante bebida!
PRESENTADOR: Pero
cuando estaban en lo mejor del banquete, prendidos a la bebida como un bebé al
chupete, Circe se mostró como lo que realmente era: una terrible hechicera.
PRESENTADORA: Tocó a los muchachos con su varita mágica y
tuvo lugar una transformación trágica.
PRESENTADOR: No
sólo les hizo perder la memoria y todos los recuerdos, sino que de pronto, ¡los
convirtió en cerdos!
En el caso de los
cantitos de cancha, los pregones o las publicidades, la rima y la musicalidad
hacen que los recordemos más fácilmente, que podamos cantarlas, o que nos den
ganas de comprar los productos. Pongamos a prueba esta teoría: en los años ochenta
en nuestro país hubo una publicidad muy conocida que recomendaba no viajar a la
playa con las mascotas. Empezaba diciendo “Bobby, mi buen amigo”. Tiempo
después esta canción se convirtió en un clásico cantito de cancha. Pregunten a
sus familias si alguien la recuerda. También, seguramente ustedes conozcan
algunas rimas de las que usamos en los actos del 25 de mayo, que imitan los
pregones de los vendedores ambulantes de la época de la Revolución de Mayo
Pastelitos calientes para los viejos sin dientes.
Velitas velones que alumbran los salones.
¿Se acuerdan de algunos de estos cantitos de los que
venimos hablando?
Si ustedes no se acuerdan pueden preguntarle a algún
familiar futbolero o a una vecina o un vecino memorioso que recuerde una
propaganda vieja. Luego escríbanlo(s) en la carpeta y marquen la rima con una
rayita.
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